¿Qué pasa si me despiden sin motivo?

¿Qué pasa si me despiden sin motivo?

Publicado el 06 de junio de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 22 min

Introducción

Ser despedido del trabajo es una de las situaciones más estresantes que puede enfrentar una persona, especialmente cuando ocurre sin una causa justificada. Muchas veces, los empleados desconocen sus derechos o no saben cómo actuar frente a un despido que consideran injusto. La legislación laboral en España contempla mecanismos de protección para los trabajadores que son cesados sin una razón objetiva, y entender el marco legal es fundamental para defender adecuadamente los intereses personales y profesionales.

Este artículo tiene como objetivo principal ofrecer una guía completa y práctica sobre qué hacer si te despiden sin motivo aparente. Desde la definición legal de lo que se considera un despido improcedente o nulo, hasta las acciones legales que puedes emprender para reclamar tus derechos, exploraremos paso a paso todo lo que necesitas saber para enfrentarte a esta situación con información, seguridad y recursos útiles.

Es importante destacar que un despido sin causa puede generar una serie de consecuencias tanto para el trabajador como para el empleador. No solo puede conllevar una indemnización económica, sino también la posibilidad de ser readmitido en el puesto de trabajo si el juez así lo determina. Por ello, conocer los plazos, requisitos y pruebas necesarias es vital para una defensa eficaz.

En muchos casos, el desconocimiento o la falta de asesoramiento legal provoca que los trabajadores no reclamen sus derechos a tiempo. Por eso, si crees que has sido despedido de manera injusta, lo primero que debes hacer es conservar toda la documentación relacionada con el despido y contactar con un profesional especializado en derecho laboral lo antes posible.

A lo largo de esta guía, también abordaremos ejemplos reales, explicaciones claras sobre la normativa aplicable y respuestas a preguntas frecuentes que te ayudarán a entender mejor tu situación. No importa si eres trabajador por cuenta ajena, contrato temporal, indefinido o en período de prueba: tener claro qué opciones tienes ante un despido sin justificación puede marcar la diferencia entre quedarte sin apoyo o reclamar lo que legalmente te corresponde.

Despido injustificado: definición legal

El despido injustificado, también conocido como despido improcedente, es aquel que se produce sin que exista una causa legalmente establecida o válida por parte del empleador. Según la legislación laboral en España, un despido solo puede ser considerado procedente si el empleador puede demostrar una razón objetiva o una falta grave por parte del trabajador. En su ausencia, el despido se considera injustificado y da lugar a una serie de derechos y reclamaciones para el empleado afectado.

El artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores regula las causas y procedimientos para el despido, especificando que para que este sea considerado válido debe estar basado en razones objetivas, como motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción, o bien por una falta grave de comportamiento por parte del trabajador. Si el despido no se ajusta a estos criterios o no se justifica adecuadamente, será considerado improcedente, es decir, injustificado.

Es importante entender que el despido injustificado no siempre implica que el trabajador haya hecho algo incorrecto. En muchos casos, el despido se basa en decisiones empresariales no relacionadas con el rendimiento o comportamiento del empleado, como reestructuraciones, cambios organizativos o ajustes económicos, que no constituyen una causa legalmente válida.

Si un trabajador es despedido sin motivo legalmente aceptado, tiene derecho a reclamar ante el tribunal laboral. Dependiendo del fallo, la empresa puede ser obligada a indemnizar al trabajador o, en algunos casos, a readmitirlo en su puesto de trabajo. El empleador tendrá que pagar una indemnización, que se calcula en función de la antigüedad y el salario del trabajador, y puede llegar a ser bastante elevada dependiendo de la duración del contrato y el tiempo que el trabajador haya estado en la empresa.

En resumen, el despido injustificado se refiere a la terminación de un contrato laboral sin una causa objetiva o legalmente aceptada. Es crucial para cualquier trabajador conocer sus derechos en caso de enfrentarse a esta situación, ya que tiene la posibilidad de impugnar el despido y exigir su indemnización o reincorporación al trabajo.

Derechos del trabajador ante un despido sin causa

Cuando un trabajador es despedido sin justificación, tiene derecho a defenderse y reclamar lo que le corresponde por ley. El despido sin causa válida es considerado ilegal según el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores, y el empleado afectado puede ejercer sus derechos tanto para impugnar el despido como para obtener una indemnización adecuada.

Uno de los principales derechos del trabajador ante un despido sin causa es el derecho a impugnar dicho despido ante los tribunales. En este caso, el trabajador puede solicitar que el despido sea declarado improcedente. Si el tribunal lo considera así, el empleador deberá optar por una de las siguientes opciones:

  • Reincorporar al trabajador en su puesto de trabajo, manteniendo las condiciones previas al despido.
  • Indemnizar al trabajador con una compensación económica equivalente a una indemnización por despido improcedente.

La indemnización por despido improcedente varía según el tiempo de servicio del trabajador y su salario, y se calcula conforme a los parámetros establecidos en la ley. Esta compensación está pensada para garantizar que el trabajador reciba una compensación justa por la pérdida de su empleo sin causa legalmente válida.

Otro derecho importante es el de recibir el finiquito, que incluye el salario correspondiente hasta la fecha del despido, las vacaciones no disfrutadas y las pagas extraordinarias pendientes. Además, si el trabajador no tiene culpa en el despido, tiene derecho a recibir la prestación por desempleo, siempre que haya cotizado lo suficiente.

En el caso de un despido sin causa, también se debe destacar el derecho del trabajador a recurrir al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) si la empresa no puede pagar la indemnización. Este fondo se activa para garantizar que los empleados reciban al menos una parte de la indemnización si la empresa se encuentra en dificultades económicas.

En resumen, los trabajadores despedidos sin causa tienen múltiples derechos legales que incluyen la posibilidad de impugnar el despido, recibir indemnizaciones, cobrar el finiquito y acceder a la prestación por desempleo. Es fundamental que el trabajador afectado conozca estos derechos y reciba el asesoramiento adecuado para tomar las decisiones correctas.

Indemnización por despido sin motivo

Cuando un trabajador es despedido sin causa justificada, tiene derecho a recibir una indemnización como compensación por la pérdida de su empleo. La indemnización por despido sin motivo está regulada por la legislación laboral española y tiene como objetivo garantizar que el trabajador reciba una compensación económica adecuada en caso de que el despido sea considerado improcedente.

En términos generales, la indemnización por despido improcedente se calcula en función de la antigüedad del trabajador en la empresa y su salario. Según el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores, la cantidad que corresponde al trabajador es de 33 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Para calcular la indemnización, se tiene en cuenta el salario bruto del trabajador, incluyendo las pagas extraordinarias y cualquier otro concepto que forme parte de su remuneración habitual. Es importante resaltar que, en el caso de contratos a tiempo parcial o con una jornada reducida, el cálculo se ajusta proporcionalmente.

La indemnización también dependerá de la duración del contrato. Si el trabajador ha estado empleado en la empresa durante varios años, la cantidad total de la indemnización aumentará de acuerdo con el número de años trabajados. Sin embargo, el límite máximo de la indemnización es de 24 mensualidades, incluso si el trabajador tiene muchos años de antigüedad.

En algunos casos, el trabajador puede optar por impugnar el despido ante el tribunal, lo que podría aumentar la indemnización o, en su lugar, permitir la readmisión en el puesto de trabajo. La readmisión es una de las opciones que el tribunal puede determinar, y en este caso, el empleador debe reintegrar al trabajador a su puesto con las mismas condiciones que antes del despido, incluyendo el pago de salarios atrasados.

En resumen, la indemnización por despido sin causa es un derecho fundamental para los trabajadores que son despedidos injustamente. Conocer cómo se calcula y qué factores influyen en su cuantía es crucial para que el trabajador pueda exigir una compensación adecuada y justa por la pérdida de su empleo.

Cómo reclamar un despido improcedente

Cuando un trabajador es despedido sin causa justificada, tiene el derecho de reclamar la improcedencia de ese despido. El proceso de reclamación es clave para obtener una indemnización adecuada o, en algunos casos, la readmisión en el puesto de trabajo. Para iniciar este proceso, es fundamental seguir ciertos pasos establecidos por la legislación laboral española.

El primer paso es la notificación formal del despido, la cual debe ser realizada por escrito por parte del empleador. Esta carta debe especificar la causa del despido y ser entregada al trabajador en mano o enviada por correo certificado. Si el despido no tiene una justificación válida o no está correctamente documentado, el trabajador podrá impugnarlo.

Una vez recibido el despido, el trabajador debe actuar rápidamente, ya que tiene un plazo de 20 días hábiles para presentar la demanda de reclamación. Este plazo comienza a contar desde la fecha en que se produce el despido o desde que se recibe la carta de despido, si no ha sido notificado previamente.

Para interponer la demanda, el trabajador debe presentar una reclamación ante el juzgado de lo social. Es importante que este procedimiento se haga correctamente, por lo que se recomienda contar con la asesoría de un abogado especializado en derecho laboral. El abogado puede ayudar a preparar la demanda, que debe incluir todos los detalles relevantes del despido, así como cualquier prueba que apoye la reclamación, como comunicaciones por escrito, testigos o documentos relacionados.

Durante el proceso judicial, el tribunal analizará la justificación del despido y determinará si fue procedente o improcedente. Si el juez considera que el despido es improcedente, podrá optar por dos soluciones principales:

  • La readmisión del trabajador en su puesto, con el pago de los salarios no percibidos desde el despido.
  • El pago de una indemnización económica, que corresponde a 33 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Además, si el empleador no puede hacer frente a la indemnización, el trabajador puede recurrir al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), que cubre parte de los salarios y la indemnización en caso de insolvencia de la empresa.

En resumen, reclamar un despido improcedente requiere presentar una demanda dentro del plazo establecido, recabar pruebas que demuestren la falta de justificación del despido y seguir los procedimientos legales adecuados. Es crucial actuar con rapidez y contar con el asesoramiento adecuado para asegurar una defensa efectiva de los derechos laborales.

Documentación necesaria para reclamar

Para presentar una reclamación por despido improcedente, es fundamental reunir toda la documentación pertinente que pueda respaldar tu caso. Tener la documentación correcta no solo agiliza el proceso judicial, sino que también incrementa las probabilidades de que el despido sea declarado improcedente y puedas obtener la indemnización o readmisión correspondiente.

A continuación, detallamos la documentación clave que necesitarás para presentar tu reclamación por despido sin causa:

  • Carta de despido: Es esencial que la empresa te entregue una carta de despido por escrito en la que se especifiquen las razones del despido. Esta carta es la base sobre la cual podrás argumentar la falta de justificación en el despido.
  • Contrato de trabajo: El contrato de trabajo firmado por ambas partes es necesario para verificar las condiciones bajo las cuales trabajaste, incluyendo la duración, salario y tipo de jornada. Esto servirá para calcular la indemnización y comparar las condiciones antes y después del despido.
  • Últimos recibos de salario: Los últimos recibos de salario son importantes para calcular la indemnización y verificar que el salario mencionado en la carta de despido coincide con el real. También es útil para confirmar si se ha pagado correctamente la parte proporcional de las pagas extraordinarias y las vacaciones no disfrutadas.
  • Pruebas de comunicación: Si el despido fue verbal o hubo negociaciones previas, es fundamental presentar cualquier tipo de prueba de las comunicaciones, como correos electrónicos, mensajes de texto, o grabaciones de conversaciones. Estas pruebas pueden servir para demostrar que el despido no fue justificado.
  • Testigos: Si tienes testigos que puedan corroborar que el despido fue injustificado o que las razones alegadas por la empresa no son correctas, es recomendable contar con sus declaraciones por escrito o que puedan comparecer en el juicio.

Además de estos documentos clave, es recomendable que el trabajador obtenga una copia del informe de su situación laboral, que puede solicitar a la Seguridad Social. Este informe puede ayudar a confirmar su historial de cotización y a verificar que cumple con los requisitos para acceder a las prestaciones por desempleo, en caso de que sea necesario.

Tener toda la documentación organizada y completa es esencial para garantizar que la reclamación se lleve a cabo de manera eficiente. En muchos casos, la falta de alguno de estos documentos puede retrasar el proceso o incluso debilitar el caso. Por eso, es aconsejable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho laboral para asegurarte de que tu reclamación esté lo mejor respaldada posible.

Plazos legales para actuar

Cuando un trabajador es despedido sin causa justificada, tiene un plazo limitado para reclamar ante los tribunales. Es fundamental que el trabajador conozca los plazos legales establecidos, ya que cualquier retraso en la presentación de la reclamación podría resultar en la pérdida de los derechos a impugnar el despido o recibir una indemnización.

El plazo principal para reclamar un despido improcedente es de **20 días hábiles**, contados desde el momento en que se produce el despido o desde la recepción de la carta de despido si no se ha comunicado previamente. Es importante destacar que este plazo se refiere a días hábiles, es decir, no se cuentan los fines de semana ni los días festivos.

Si el trabajador no presenta la reclamación dentro de este plazo de 20 días hábiles, perderá su derecho a impugnar el despido ante los tribunales, lo que podría afectar su capacidad para recibir una indemnización o para obtener la readmisión en su puesto de trabajo.

Además del plazo de 20 días para la reclamación por despido improcedente, también existen otros plazos importantes que los trabajadores deben tener en cuenta:

  • Finiquito: El trabajador tiene derecho a recibir su finiquito, que debe ser entregado en el momento del despido. Si el empleador no lo ha entregado o lo ha entregado incorrectamente, el trabajador debe reclamarlo dentro de los **20 días hábiles** posteriores al despido.
  • Prestación por desempleo: Para solicitar la prestación por desempleo, el trabajador debe presentar la solicitud dentro de los **15 días hábiles** siguientes al despido. Este plazo es fundamental para no perder el derecho a recibir la ayuda económica.

En algunos casos, el trabajador puede también recurrir al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) si la empresa no puede hacer frente a la indemnización. El plazo para reclamar el pago a través de este fondo es el mismo que el de la reclamación del despido, es decir, **20 días hábiles**.

Es crucial que el trabajador actúe con rapidez para evitar que pasen estos plazos y perder así la oportunidad de recibir la indemnización o la readmisión en su puesto de trabajo. Por ello, contar con la ayuda de un abogado especializado en derecho laboral es esencial para asegurar que el trabajador cumpla con los plazos y proceda correctamente en cada paso del proceso.

¿Qué hacer si el despido es verbal?

Un despido verbal es aquel en el que el empleador comunica al trabajador la terminación de su relación laboral sin formalizarlo por escrito. Este tipo de despido es problemático, ya que no hay pruebas documentales que respalden la decisión del empleador, lo que puede dificultar la defensa del trabajador en caso de impugnación.

Aunque el despido verbal no es válido por sí mismo, en la práctica puede generar complicaciones para el trabajador que desea reclamar. A continuación, se describen los pasos clave que el trabajador debe seguir si se encuentra en esta situación.

Lo primero que debe hacer el trabajador es intentar obtener pruebas que demuestren que el despido ha sido verbal y que no fue comunicado por escrito. Las pruebas pueden incluir:

  • Testigos que presenciaron la conversación.
  • Emails, mensajes de texto o cualquier otro tipo de comunicación que pueda indicar que el despido fue mencionado.
  • Grabaciones de la conversación, si es legal en la jurisdicción correspondiente.

Una vez que el trabajador tenga la evidencia de que el despido fue verbal, debe actuar rápidamente. El plazo para impugnar el despido sigue siendo de **20 días hábiles** desde que se le comunica el despido, incluso si fue verbal. En este caso, el trabajador puede demandar por despido improcedente ante los tribunales laborales.

Si el empleador no ha cumplido con la obligación de entregar una carta de despido por escrito, el trabajador tiene la posibilidad de reclamar la indemnización correspondiente por despido improcedente, como si el despido hubiera sido formalmente realizado sin justificación.

Es recomendable que el trabajador contacte con un abogado especializado en derecho laboral para recibir orientación sobre cómo proceder en casos de despido verbal. Un abogado podrá ayudar a recopilar pruebas, presentar la demanda dentro de los plazos y garantizar que el trabajador reciba la compensación adecuada.

En resumen, aunque un despido verbal es legalmente inadecuado, el trabajador tiene la posibilidad de impugnarlo y reclamar sus derechos. Con pruebas adecuadas y asesoría legal, es posible que el despido sea declarado improcedente, lo que daría lugar a una indemnización o a la readmisión en el puesto de trabajo.

Casos especiales y excepciones

Aunque la legislación laboral establece normas claras sobre el despido, existen casos especiales y excepciones que pueden modificar la forma en que se aplica la ley. En algunas circunstancias, los despidos pueden ser considerados procedentes, aunque no se ajusten a las causas típicas previstas en el Estatuto de los Trabajadores. A continuación, se detallan algunas de las situaciones que pueden afectar la reclamación de un despido.

Uno de los casos especiales más comunes es el **despido disciplinario por causas objetivas**. En estos casos, el empleador puede alegar que el trabajador ha incurrido en faltas graves, como la desobediencia o el incumplimiento repetido de sus funciones, lo que justificaría el despido. Sin embargo, para que este tipo de despido sea válido, debe estar debidamente documentado y justificado por el empleador.

También existen **excepciones para ciertos colectivos** que tienen una mayor protección, como los trabajadores en situación de incapacidad temporal. En estos casos, un despido durante una baja médica puede considerarse improcedente, salvo que existan causas objetivas no relacionadas con la incapacidad.

Otro caso especial es el **despido de los trabajadores en período de prueba**. Aunque el empleador puede despedir a un trabajador durante este período sin necesidad de justificarlo, si el despido se realiza sin causa durante el período de prueba y el trabajador ha estado en la empresa más de 30 días, el despido podría ser impugnado. Además, si el despido se basa en motivos discriminatorios o por razones ilegales, podría ser considerado improcedente.

Los **despidos colectivos** son otro tipo de excepción. En estos casos, la empresa puede despedir a varios trabajadores de manera simultánea debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Sin embargo, para que un despido colectivo sea legal, debe seguirse un procedimiento específico, incluyendo la negociación con los representantes de los trabajadores y la justificación de las razones del despido. Si la empresa no sigue estos procedimientos, el despido podría considerarse improcedente.

Además, es importante destacar que los **despidos relacionados con la maternidad, paternidad o derechos laborales básicos** son absolutamente nulos. Esto significa que si un trabajador es despedido por estar de baja por maternidad o paternidad, o por ejercer otros derechos protegidos por la ley, el despido es automáticamente nulo y no requiere reclamación de improcedencia.

En resumen, los casos especiales y excepciones en relación al despido son situaciones que pueden alterar la aplicación estándar de la ley laboral. Para abordar estos casos de manera efectiva, es fundamental contar con el asesoramiento adecuado, especialmente cuando las circunstancias del despido parecen no encajar con los parámetros convencionales establecidos por la legislación.

Preguntas Frecuentes

A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más comunes relacionadas con el despido sin causa. Estas respuestas ayudarán a aclarar dudas y a orientar a los trabajadores que puedan estar enfrentando una situación similar.

1. ¿Me pueden despedir sin darme ninguna explicación?
Sí, en algunos casos, el empleador puede despedir al trabajador sin necesidad de dar una explicación, especialmente si el despido es por causas objetivas o por el final de un contrato temporal. Sin embargo, en el caso de un despido improcedente, el empleador debe justificar las razones.

2. ¿Qué derechos tengo si me despiden sin motivo?
Si eres despedido sin causa justificada, tienes derecho a impugnar el despido ante el tribunal. Dependiendo del fallo, puedes recibir una indemnización o ser reincorporado a tu puesto de trabajo. Además, puedes solicitar la prestación por desempleo si cumples con los requisitos.

3. ¿Cuánto tiempo tengo para reclamar un despido improcedente?
El plazo para reclamar un despido improcedente es de 20 días hábiles desde el momento en que te comunican el despido. Es importante presentar la reclamación dentro de este plazo para no perder tu derecho a impugnar el despido.

4. ¿Qué pasa si no tengo una carta de despido?
Si el despido es verbal y no se te entrega una carta formal, todavía puedes reclamar. La falta de una carta de despido no invalida el derecho a impugnar el despido, siempre que puedas aportar pruebas de que el despido realmente ocurrió.

5. ¿Qué ocurre si me despiden durante una baja por enfermedad o maternidad?
Despedir a un trabajador durante una baja por enfermedad o maternidad está prohibido en muchos países. Si esto ocurre, el despido puede ser considerado nulo, lo que implica que el trabajador debe ser readmitido y recibir el salario de los días en que estuvo fuera.

Conclusión

En resumen, enfrentarse a un despido sin causa justificada es una situación difícil para cualquier trabajador, pero es importante saber que la ley protege los derechos de los empleados. A través del conocimiento de los procedimientos adecuados y los plazos establecidos, los trabajadores pueden defender sus intereses y reclamar una indemnización o la readmisión en su puesto de trabajo si el despido es declarado improcedente.

La clave para una reclamación exitosa radica en contar con pruebas que respalden la afirmación de que el despido no tiene una causa justificada. Desde la carta de despido hasta las comunicaciones y testigos, toda la documentación es vital para fortalecer el caso ante los tribunales laborales. Además, entender los plazos legales y las excepciones que pueden aplicarse en ciertos casos especiales es fundamental para no perder la oportunidad de presentar una reclamación efectiva.

Si te encuentras en esta situación, no dudes en buscar asesoramiento legal especializado. Un abogado laboral puede ayudarte a gestionar el proceso, asegurando que tus derechos sean respetados y que recibas la compensación adecuada por un despido injustificado. Además, estar informado sobre las opciones disponibles, como la reclamación ante el Fondo de Garantía Salarial, puede ser clave si la empresa no puede hacer frente a la indemnización.

En definitiva, aunque el despido sin causa es una experiencia desafiante, la ley ofrece herramientas y mecanismos para que los trabajadores puedan hacer valer sus derechos. Actuar rápidamente y con el apoyo adecuado es fundamental para protegerse y obtener una solución justa.

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