Cómo reclamar salarios atrasados de forma legal

Cómo reclamar salarios atrasados de forma legal

Publicado el 13 de octubre de 2025


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Documentación y pruebas imprescindibles

Una reclamación salarial se gana en gran medida con la documentación. Antes de dar pasos formales, reúne todo lo que respalde que trabajaste y generaste el derecho a cobrar. Empieza por el contrato de trabajo y sus anexos, ya que establecen la categoría, jornada, salario base y complementos. Revisa el convenio colectivo aplicable para comprobar tablas salariales, pluses, criterios de devengo y prorrateos. Añade nóminas anteriores que acrediten la práctica retributiva habitual, recibos de pagas extra, justificantes de transferencias o movimientos bancarios que evidencien pagos y, por contraste, impagos o importes inferiores a los debidos.

Para variables como comisiones u objetivos, compila emails comerciales, partes de ventas, informes del CRM, previsiones aprobadas y liquidaciones parciales. En horas extra, fichajes, cuadrantes de turnos, registros de jornada, correos de asignación de tareas fuera de horario, y, en su caso, testimonios de compañeros pueden ser relevantes. Si existe un sistema de registro de jornada, solicita una copia de tus marcajes. Guarda comunicaciones con recursos humanos o con tu responsable informando del impago y solicitando regularización; servirán para demostrar buena fe y conocimiento de la empresa sobre la deuda.

Organiza la evidencia de forma cronológica y por conceptos. Crea una hoja con columnas: fecha, concepto (salario base, plus transporte, horas extra, comisión), importe debido, importe pagado, diferencia. Adjunta los documentos fuente con un código (por ejemplo, “A1 contrato”, “B3 nómina enero”) que te permita rastrear rápidamente la procedencia de cada cifra. Esta estructura hace que la papeleta de conciliación y la demanda sean más claras, creíbles y difíciles de discutir. Por último, conserva capturas o copias certificadas de documentos digitales importantes y respáldalos en la nube para evitar pérdidas.

  • Contrato, anexos y convenio colectivo aplicable.
  • Nóminas, recibos de pagas extra y justificantes bancarios.
  • Registros de jornada, cuadrantes y autorizaciones de horas extra.
  • Pruebas de variables: correos, liquidaciones, informes de ventas.
  • Comunicaciones de reclamación interna (email, burofax, ticket RR. HH.).

Plazos, prescripción y cuándo actuar

Actuar a tiempo es tan importante como tener buenas pruebas. Aunque la regulación exacta de los plazos varía por jurisdicción, la práctica aconseja no esperar: cuanto más reciente sea el impago, más sencillo será demostrarlo y recuperarlo. En términos generales, las acciones para reclamar salarios atrasados están sometidas a plazos de prescripción que empiezan a contar desde que el pago debió realizarse. Superado ese plazo, puede perderse el derecho a reclamar judicialmente. Por ello, conviene realizar un primer requerimiento escrito en cuanto detectes el impago y preparar la papeleta de conciliación si no hay respuesta rápida.

Además del reloj jurídico, existe un reloj económico: la solvencia empresarial. Si una compañía atraviesa tensiones de liquidez, postergar la reclamación empeora las posibilidades de cobro efectivo, incluso si el derecho es claro. En supuestos de concurso o insolvencia, cobra especial relevancia haber dejado constancia temprana de la deuda y haber iniciado formalmente la reclamación. De igual manera, si estás valorando una extinción indemnizada del contrato por impago continuado, documentar la reiteración y cercanía temporal de los impagos será determinante.

Para organizar la estrategia, traza una línea temporal: fecha de devengo (último día del mes trabajado), fecha de pago prevista (por ejemplo, día 30), primer recordatorio interno (48–72 horas después), requerimiento fehaciente (entre 7 y 15 días si sigue el impago) y presentación de la papeleta de conciliación. Si se acerca un cierre contable relevante o un periodo vacacional prolongado en la empresa, adelanta los plazos para evitar dilaciones. Recuerda: la prescripción no se interrumpe por conversaciones informales; utiliza comunicaciones que generen prueba de fecha, contenido y recepción.

Calendario recomendado: detecta el impago, comunica por escrito en menos de 72 horas, envía requerimiento fehaciente en 1–2 semanas y presenta conciliación si no hay pago o acuerdo inmediato.

Vía extrajudicial: papeleta de conciliación

La vía extrajudicial suele ser el paso previo obligatorio a la demanda laboral y, bien planteada, permite cobrar sin entrar en juicio. La papeleta de conciliación es un escrito breve que identifica a las partes, describe los hechos (relación laboral, periodos impagados, conceptos y cuantías) y formula una petición clara de pago. Cuanto más precisa sea, más sencillo será alcanzar un acuerdo o, si no lo hay, sostener la demanda con el mismo esqueleto argumental. En términos prácticos, preparar la papeleta es transformar tu cuadro de deuda en un relato verificable y ordenado.

Antes de presentarla, considera enviar un burofax o correo certificado a la empresa con tu propuesta de regularización: pago inmediato, plan de pagos concreto o reconocimiento de deuda. Esto puede precipitar una solución amistosa. Al registrar la papeleta, aporta documentación clave (sin adjuntar todo el expediente) y solicita que se cite a la empresa a un acto de conciliación en el que puedan comparecer representantes con capacidad para transigir. Lleva a la vista tu cálculo de cantidades y una propuesta de cierre: importe neto, fecha de pago, intereses si procede y, opcionalmente, compromisos sobre variables o regularización de cotizaciones.

Durante el acto, mantén una postura firme pero flexible. Si la empresa reconoce la deuda, busca un acuerdo ejecutable: un documento firmado con calendario de pagos, posibilidad de vencimiento anticipado por impago y, si procede, garantías adicionales. Si niega la deuda o solo ofrece una parte, valora aceptar una cifra razonable cuando el riesgo de insolvencia sea alto; de lo contrario, desmonta los argumentos con tus pruebas y da el paso a la demanda. Conserva el acta de conciliación, ya sea con avenencia (acuerdo) o sin avenencia (ruptura), pues será pieza clave para el juzgado.

  • Papeleta breve, precisa y alineada con tu cálculo de deuda.
  • Propuesta clara de pago o plan de pagos con garantías.
  • Acta de conciliación como prueba: con o sin avenencia.

Demanda judicial paso a paso

Si la conciliación no prospera, la demanda judicial es el camino para reclamar salarios atrasados de forma legal y obtener un título ejecutivo. La demanda debe identificar a las partes, el centro de trabajo y la categoría profesional; exponer de forma ordenada los hechos (relación laboral, periodos impagados, comunicaciones previas, conciliación); y concretar la petición: cantidades exactas por cada concepto, intereses y cualquier otra medida accesoria. Adjunta prueba documental numerada y, si hay controversia sobre horas o variables, propone prueba testifical o pericial.

En la vista, la claridad manda. Lleva una tabla impresa con el desglose de la deuda por meses y conceptos, y copia para la otra parte y para el juzgado. Anticipa las defensas típicas de la empresa: pagos parciales, errores de cálculo, inexistencia de horas extra, no cumplimiento de objetivos o prescripción de parte de la deuda. Responde con documentos y lógica: si dicen que pagaron, ¿dónde está el justificante?; si niegan horas extra, ¿qué dicen los registros?; si alegan prescripción, ¿qué hitos interrumpieron el plazo? El objetivo es que el juzgado tenga una ruta simple para dictar una sentencia estimatoria.

Obtener sentencia no siempre cierra el camino: puede ser necesario ejecutar para cobrar. En ejecución, solicita embargos sobre cuentas, créditos frente a terceros y bienes, respetando la prelación de créditos salariales. Si la empresa es insolvente, pregunta por mecanismos de garantía que, en determinadas jurisdicciones, permiten recuperar parte de las cantidades mediante fondos públicos de garantía salarial. Mantén orden en tu expediente: cada trámite, notificación y actuación debe archivarse con fecha para reaccionar en plazo a recursos o incidencias.

Checklist de demanda: hechos claros, cuantías exactas, prueba ordenada, anticipación de defensas, y plan de ejecución en caso de impago tras sentencia.

Cálculo de cantidades e intereses

Calcular correctamente es la mitad de la victoria. Empieza por el salario base y añade complementos fijos (antigüedad, peligrosidad, plus transporte) y variables devengadas (comisiones, incentivos, objetivos) según contrato y convenio. Determina si las pagas extraordinarias son prorrateadas o semestrales y, en este último caso, prorratea su devengo mensual para incorporarlas a la deuda. En horas extra, multiplica por la tarifa pactada o, en su defecto, por el valor hora ordinaria con el recargo correspondiente. Documenta cada cifra con su respaldo: “nómina enero”, “registro jornada 12/03”, “liquidación comisiones Q1”.

No olvides los intereses. Cuando la normativa prevé intereses moratorios específicos en materia salarial, aplícalos desde la fecha en la que debió pagarse cada mensualidad. Si no hay tipo especial, utiliza el tipo legal que resulte aplicable en tu jurisdicción. Para facilitar el cálculo, crea una hoja con columnas: fecha de exigibilidad, capital, tipo de interés anual, días transcurridos hasta el pago o hasta la interposición de la demanda, e importe de intereses. Redondea con criterios consistentes (por ejemplo, a dos decimales) y ten una versión editable para actualizar si el proceso se prolonga.

Considera también retenciones y cotizaciones. En una reclamación de cantidades, lo habitual es reclamar importes brutos y que, en el momento del pago, se practiquen las retenciones fiscales y se regularicen cotizaciones. Deja constancia en tu petición de que las cantidades deberán abonarse con las deducciones y cotizaciones que correspondan. Si has sufrido atrasos prolongados, valora el impacto fiscal y la posibilidad de aplicar criterios de imputación temporal específicos. Un cálculo claro y transparente refuerza tu posición negociadora y reduce el margen de discusión en conciliación y juicio.

  • Desglose por meses y conceptos, con respaldo documental.
  • Intereses moratorios o legales desde la fecha de exigibilidad.
  • Reclamación en bruto con retenciones y cotizaciones al pago.

Casos especiales y supuestos frecuentes

No todas las deudas salariales son iguales. En variables comerciales, el debate suele estar en el devengo: ¿cuándo nace el derecho a la comisión?, ¿con el pedido, con el cobro, con la entrega? Reúne la política de incentivos y ejemplos de liquidaciones previas para probar la práctica. En horas extra, la clave está en el registro de jornada y en los encargos fuera de horario. Si la empresa niega la existencia de horas, contrástalo con emails, mensajes de chat corporativo y evidencia de actividad (accesos a sistemas, entregas con sello de fecha). En pagas extra, verifica si son prorrateadas o no y qué periodo cubren; esto puede cambiar el cálculo de cada mes.

Finiquito y salarios de tramitación merecen atención. Si cesaste y no te abonaron salarios pendientes, puedes acumular en la misma reclamación otras partidas como vacaciones devengadas y no disfrutadas o partes proporcionales de pagas extra. Si hubo despido, analiza si procede reclamar salarios de tramitación en tu jurisdicción o si la indemnización y las cantidades pendientes deben ventilarse por vías distintas. En contratos temporales, revisa el encadenamiento de contratos y la posible conversión a indefinido, ya que impacta en el cálculo final y en tu poder negociador.

La insolvencia empresarial es un capítulo aparte. Si detectas incumplimientos generalizados o rumores de concurso, acelera. Documenta la deuda, presenta conciliación y demanda, y mantente atento a comunicaciones oficiales. En muchos sistemas, existen fondos de garantía salarial que cubren parcialmente salarios e indemnizaciones cuando la empresa no puede pagar. Para acceder, suele exigirse una resolución o un acta con fuerza ejecutiva y acreditar la insolvencia o el concurso. Cuanto antes inicies el camino, más opciones tendrás de entrar en plazo y recuperar lo máximo posible.

Regla de oro: adapta la estrategia al tipo de deuda (variables, horas, pagas, finiquito) y al estado financiero de la empresa. Prioriza la rapidez cuando haya riesgo de insolvencia.

Errores comunes y consejos prácticos

El error más habitual es esperar. Muchos profesionales confían en que “se arreglará el mes siguiente” y dejan pasar tiempo valioso. El segundo error es reclamar sin números: exigir “lo que me deben” rara vez funciona; necesitas un cálculo detallado. Tercero, usar comunicaciones informales sin prueba de recepción: mensajes verbales o chats no corporativos no interrumpen plazos ni sirven como requerimiento fehaciente. Cuarto, mezclar conflictos: si además hay un problema disciplinario o de jornada, estructura cada asunto por separado para no diluir la reclamación salarial.

Como buenas prácticas, establece un expediente desde el primer impago. Nombra carpetas por meses, guarda nóminas y marcajes, y actualiza una hoja de cálculo con las diferencias. Redacta comunicaciones breves y respetuosas, orientadas a la solución: “Detecto un impago de X por estos conceptos; propongo pago inmediato o plan en N cuotas”. En conciliación, ve con objetivos realistas y una BATNA (mejor alternativa en caso de no acuerdo): si no hay oferta aceptable, estar listo para demandar con todo preparado. Y en juicio, sintetiza: tabla clara, tres ideas fuerza y documentos esenciales a mano.

Cuida también tu bienestar profesional. Los impagos generan estrés y desgaste. Evita conversaciones subidas de tono, documenta por escrito y busca apoyo sindical o asesoría especializada si el caso es complejo. Si valoras la extinción por impago reiterado, recopila los incumplimientos de varios meses y toma decisiones informadas sobre tus próximos pasos. Por último, revisa periódicamente el convenio y tu contrato: un buen conocimiento de tus derechos previene sorpresas y fortalece tu posición negociadora desde el día uno.

  • No esperes: actúa en semanas, no en meses.
  • Reclama con cifras y documentos, no con impresiones.
  • Usa comunicaciones fehacientes que dejen rastro.
  • Separa conflictos y prioriza lo salarial cuando sea urgente.

Modelos y estructuras útiles

Contar con una estructura clara acelera la reclamación. Para el requerimiento interno, utiliza un formato breve con encabezado (datos de trabajador y empresa), exposición de hechos (relación laboral, periodos impagados, conceptos), cuadro de cantidades y la petición de pago o plan de pagos. Incluye un plazo de respuesta y advierte, con tono profesional, que en ausencia de solución iniciarás la conciliación. En la papeleta, copia el esqueleto anterior y añade la referencia al convenio aplicable y al acto de conciliación solicitado. Para la demanda, amplía hechos, incorpora citas a la normativa laboral aplicable y adjunta el índice de pruebas.

Estructura sugerida para tu cuadro de cantidades: filas por mes y columnas para salario base, complementos fijos, variables, pagas extra (prorrata), horas extra, total debido, total pagado y diferencia. Añade una pestaña para intereses con la fórmula aplicada por mes. Mantén un sistema de referencias cruzadas entre la tabla y los documentos: por ejemplo, “Ene-Base: Nómina A2”, “Horas feb: Registro jornada C5”, “Comisiones Q1: Liquidación D1”. Esta consistencia facilita que cualquier tercero (conciliador o juez) entienda de inmediato cómo has llegado a la cifra reclamada.

Aunque cada caso es único, los modelos ahorran tiempo. Adapta el lenguaje a tu relación con la empresa y evita adjetivos innecesarios: la fuerza está en los números y en la documentación. Si negocias un plan de pagos, incorpora cláusulas de vencimiento anticipado por impago, intereses en caso de retraso y, si es posible, una garantía (aval interno, retención de bonus, etc.). Guarda versiones PDF firmadas y editables. Con esta organización, reclamar salarios atrasados de forma legal se vuelve un proceso ordenado, replicable y difícil de rebatir.

  • Requerimiento interno: breve, cuantificado y con plazo.
  • Papeleta de conciliación: hechos, cuantías y solicitud de avenencia.
  • Demanda: relato detallado, pruebas indexadas y petición exacta.

Preguntas frecuentes

¿Puedo reclamar si me han pagado parte de la nómina? Sí. Reclamar salarios atrasados incluye diferencias salariales cuando se abonó por debajo de lo debido. Calcula la diferencia exacta por mes y concepto y acompaña justificantes de pago y nóminas. El hecho de haber cobrado parcialmente no impide reclamar el resto, y suele simplificar la prueba al existir reconocimiento implícito de la relación y del sistema retributivo.

¿Es obligatorio pasar por conciliación antes del juicio? En la mayoría de sistemas, sí o, como mínimo, es un paso recomendado. La conciliación permite acuerdos rápidos y con fuerza ejecutiva. Asegúrate de que el acta refleje bien el acuerdo o la falta de avenencia, pues será esencial en la demanda o en la ejecución posterior.

¿Qué ocurre si la empresa es insolvente? Si la empresa no puede pagar, explora mecanismos de garantía salarial previstos en tu jurisdicción. Normalmente requieren una resolución o un acta ejecutiva y la acreditación de la insolvencia o el concurso. Iniciar pronto la reclamación aumenta tus posibilidades de entrar en plazo y recuperar una parte significativa de la deuda.

¿Puedo extinguir mi contrato por impago? Cuando el impago es grave y reiterado, algunas legislaciones permiten solicitar la extinción indemnizada del contrato. En tal caso, documenta meses impagados, comunicaciones previas y continuidad del incumplimiento. Evalúa el impacto en tu carrera y en la estrategia de cobro antes de dar el paso.

¿Cómo calculo los intereses? Aplica el tipo moratorio específico para salarios si existe; en su defecto, el tipo legal aplicable en tu país. Calcula por mensualidad desde su fecha de exigibilidad hasta el pago o hasta la interposición de la demanda, y documenta la fórmula para que sea verificable.

Conclusión: con un expediente ordenado, cálculos precisos y una estrategia escalonada (requerimiento, conciliación, demanda y, si procede, ejecución), podrás reclamar salarios atrasados de forma legal con las máximas garantías.

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