¿Qué hacer si tu casero no te devuelve la fianza?

¿Qué hacer si tu casero no te devuelve la fianza?

Publicado el 06 de junio de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 19 min

Introducción

La devolución de la fianza es uno de los aspectos más conflictivos al finalizar un contrato de alquiler. Muchas personas se enfrentan al mismo problema: tras entregar las llaves y abandonar el inmueble, el casero no realiza la devolución del depósito, a veces sin dar explicaciones claras o justificadas. Esta situación, aunque frecuente, genera frustración, inseguridad jurídica y, en muchas ocasiones, un perjuicio económico para el inquilino. En esta guía, exploraremos qué derechos te amparan, cómo actuar paso a paso y qué vías legales tienes para reclamar lo que te corresponde.

La fianza es una garantía que protege al arrendador frente a posibles desperfectos o impagos, pero no puede considerarse un ingreso automático. La legislación española establece con claridad los plazos y condiciones bajo los cuales debe devolverse, así como los escenarios en los que el casero podría retenerla parcial o totalmente. Sin embargo, muchos inquilinos desconocen estas normas o no saben cómo hacerlas valer, lo que puede derivar en abusos por parte del arrendador.

En este artículo te proporcionaremos una hoja de ruta clara y detallada. Aprenderás a distinguir entre una retención legal y una injustificada, sabrás cómo preparar una reclamación formal, y entenderás cuándo es conveniente acudir a una vía judicial. Además, abordaremos los errores más comunes que cometen los inquilinos al enfrentarse a este tipo de conflictos y cómo evitarlos desde el inicio del contrato de alquiler.

💡 Dato útil: En la mayoría de comunidades autónomas, el casero tiene un plazo de un mes desde la entrega de llaves para devolver la fianza. Si no lo hace, y no justifica la retención con pruebas objetivas, el inquilino puede iniciar una reclamación formal.

Nuestro objetivo es que sepas exactamente qué hacer si te encuentras en esta situación, sin perder tiempo ni dinero. Ya seas un inquilino primerizo o alguien con experiencia en el mercado del alquiler, este artículo te servirá de guía práctica para defender tus derechos y actuar de manera eficaz ante un casero que no quiere devolverte lo que es tuyo.

Derechos del inquilino al finalizar el contrato

Al finalizar un contrato de arrendamiento, el inquilino tiene una serie de derechos que están protegidos por la legislación vigente, especialmente por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Conocer estos derechos es esencial para evitar abusos por parte del arrendador y para garantizar que la finalización del contrato se realice de forma legal, justa y transparente. En esta sección, detallaremos cuáles son esos derechos y qué pasos debe seguir el inquilino para hacerlos valer correctamente.

En primer lugar, el inquilino tiene derecho a recuperar la fianza entregada al inicio del contrato, siempre que no existan daños en la vivienda ni deudas pendientes de suministros o rentas. Esta devolución debe realizarse en un plazo máximo de 30 días desde la entrega de las llaves, a menos que el contrato indique un periodo diferente que no vulnere los derechos legales del arrendatario.

Además, el inquilino puede solicitar un informe detallado en caso de que el casero decida realizar alguna retención de la fianza. Esta justificación debe estar respaldada por documentos como presupuestos de reparación, facturas o fotografías que acrediten los supuestos daños.

Importante: Si el arrendador no justifica la retención de la fianza con pruebas claras y objetivas, se puede considerar una actuación abusiva y, por tanto, reclamable ante los tribunales.

También es obligación del casero devolver al inquilino los recibos originales si este los hubiese entregado como comprobantes durante la relación contractual. Por otra parte, si el contrato finaliza sin renovación por voluntad del inquilino, este debe comunicarlo con la antelación estipulada en el contrato (normalmente 30 días), y a cambio no se le puede exigir penalización alguna.

Resumen de derechos principales del inquilino:

  • Recuperar íntegramente la fianza si no hay daños ni impagos.
  • Recibir justificación detallada en caso de retención.
  • Obtener devolución de documentos y recibos entregados.
  • No ser penalizado por no renovar, si avisa en plazo.
  • Acceder a vías legales si se vulnera alguno de sus derechos.

En conclusión, el inquilino no está desprotegido al dejar una vivienda alquilada. Al contrario, cuenta con un marco legal sólido que le respalda. Estar informado y documentar adecuadamente todo el proceso de salida —incluyendo fotografías del estado del inmueble y la entrega formal de llaves— es la mejor forma de evitar conflictos y reclamar con éxito en caso de incumplimientos por parte del arrendador.

Plazos legales para devolver la fianza

El plazo para la devolución de la fianza es uno de los puntos clave que genera más controversia al finalizar un contrato de alquiler. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), el arrendador dispone de un máximo de 30 días naturales desde la entrega de las llaves para devolver íntegramente la fianza al inquilino, siempre que no existan daños en la vivienda ni deudas pendientes. Este plazo es considerado un estándar legal, aunque algunas comunidades autónomas pueden establecer regulaciones adicionales.

Es importante tener en cuenta que el simple transcurso del mes sin devolución puede considerarse indicio de retención indebida. En ese caso, el inquilino puede iniciar los procedimientos para reclamar su dinero, ya sea mediante un requerimiento formal o, si no hay respuesta, acudiendo a los tribunales competentes. Durante este periodo, el arrendador debe haber evaluado el estado del inmueble, revisado pagos pendientes y tomado una decisión informada y documentada.

📌 Recuerda: Si el casero no devuelve la fianza dentro del plazo de 30 días y no justifica adecuadamente la retención, el inquilino puede reclamar intereses por demora y exigir el reembolso completo mediante acciones legales.

En algunos casos, puede existir un retraso en la devolución debido a que el arrendador debe esperar a la liberación de la fianza depositada ante organismos oficiales, como ocurre en ciertas comunidades autónomas (por ejemplo, Cataluña o Madrid). Sin embargo, incluso en estos escenarios, el arrendador sigue siendo responsable de cumplir con el plazo legal de devolución.

Para facilitar una devolución sin problemas, el inquilino debe asegurarse de:

  • Entregar las llaves formalmente y conservar un comprobante.
  • Dejar la vivienda en buen estado, como fue recibida.
  • Estar al corriente de pagos (renta, suministros, etc.).
  • Solicitar por escrito la devolución de la fianza.

Conocer estos plazos y actuar con diligencia es fundamental para que el proceso se resuelva satisfactoriamente. La ley está del lado del inquilino cuando se cumplen las obligaciones contractuales, por lo que hacer valer este derecho no solo es posible, sino recomendable cuando el arrendador no cumple con los tiempos establecidos.

Motivos legales para retener la fianza

La fianza en un contrato de alquiler tiene como objetivo garantizar que el inquilino cumpla con sus obligaciones contractuales. Sin embargo, el arrendador no puede retenerla arbitrariamente. Solo existen determinados supuestos legales en los que dicha retención está justificada. Conocer estos motivos es fundamental tanto para arrendadores como para inquilinos, ya que permite evitar conflictos y saber cuándo se está cometiendo una irregularidad.

La Ley de Arrendamientos Urbanos establece que el arrendador podrá hacer uso total o parcial de la fianza únicamente cuando existan daños demostrables, impagos o incumplimientos contractuales. A continuación, se detallan las causas más comunes y legalmente válidas para la retención de la fianza:

  • Daños en el inmueble: Aquellos deterioros que exceden el uso normal y cotidiano (roturas, manchas permanentes, instalaciones inservibles, etc.).
  • Falta de pago: De rentas, suministros (agua, luz, gas) o servicios asociados (comunidad, limpieza, etc.).
  • Incumplimientos contractuales: Como dejar el inmueble antes del plazo pactado sin causa justificada o modificar la vivienda sin permiso.
  • Limpieza deficiente: Aunque no siempre se aplica, algunos contratos establecen que el piso debe entregarse en condiciones óptimas de higiene.

📎 Importante: El arrendador debe justificar con pruebas documentales —fotografías, facturas, presupuestos o informes periciales— cualquier retención practicada sobre la fianza. De lo contrario, la reclamación del inquilino podría prosperar fácilmente en vía judicial.

Es esencial distinguir entre daños y el desgaste natural por el uso habitual. Por ejemplo, una bombilla fundida, la pintura algo deslucida o pequeñas marcas en el suelo por el mobiliario no son causas válidas para una retención. Sin embargo, un electrodoméstico roto por mal uso, una puerta arrancada o una pared agujereada sí podrían justificarlo.

En caso de que el arrendador retenga la fianza por causas no justificadas o exageradas, el inquilino tiene derecho a reclamar el importe íntegro mediante una reclamación extrajudicial o, si es necesario, interponiendo una demanda por vía civil. Documentar el estado del inmueble con fotografías el día de salida puede ser clave para evitar problemas y proteger los derechos del arrendatario.

Cómo reclamar la devolución de la fianza

Si al finalizar el contrato de alquiler tu casero no te ha devuelto la fianza dentro del plazo legal de 30 días, y no ha justificado adecuadamente dicha retención, es momento de actuar. Reclamar la devolución de la fianza es un derecho del inquilino, siempre que haya cumplido con sus obligaciones contractuales. El proceso puede resolverse de forma amistosa o, si es necesario, mediante acciones legales. A continuación, te explicamos paso a paso cómo hacerlo de forma efectiva.

El primer paso debe ser siempre la vía amistosa. Muchas veces, un simple recordatorio por escrito o una llamada cordial pueden resolver el conflicto sin necesidad de procedimientos más complejos. Si esto no da resultado, se recomienda enviar un requerimiento formal.

📨 Consejo útil: El requerimiento puede enviarse por burofax con acuse de recibo o por correo certificado, para que quede constancia fehaciente de la reclamación. Es importante que el documento incluya la fecha de finalización del contrato, la entrega de llaves y la solicitud explícita del reembolso de la fianza.

Si el arrendador no responde en un plazo razonable (habitualmente 15 días tras el requerimiento), puedes iniciar un proceso de reclamación judicial. En función de la cuantía (menos de 2.000 euros), puedes acudir al juicio verbal, que no requiere abogado ni procurador, lo que facilita la tramitación. Para ello, deberás presentar:

  • Copia del contrato de arrendamiento.
  • Prueba de entrega de llaves.
  • Documentación del estado del inmueble (fotos, inventario).
  • Requerimiento enviado al casero y acuse de recibo.

Es recomendable conservar toda la documentación relacionada con el alquiler incluso una vez finalizado el contrato, ya que puede resultar clave en una posible reclamación. Si cuentas con el respaldo de una asociación de consumidores o un abogado, también podrás recibir asesoramiento específico adaptado a tu caso.

En resumen, reclamar la devolución de la fianza es un procedimiento que, si bien puede parecer tedioso, está claramente regulado por la ley. Con buena preparación y constancia, la mayoría de reclamaciones concluyen favorablemente para el inquilino, sobre todo cuando se ha actuado con transparencia y se dispone de pruebas suficientes.

Modelo de reclamación por impago de fianza

En caso de que el casero no haya devuelto la fianza dentro del plazo legal de 30 días tras la entrega de las llaves y no exista justificación válida, el inquilino tiene derecho a presentar una reclamación formal. Esta reclamación puede realizarse mediante un escrito sencillo, pero debe estar bien estructurado y contener la información clave que demuestre la legitimidad de la solicitud. A continuación, se ofrece un modelo orientativo que puedes adaptar a tu caso concreto.

Modelo de reclamación: [Nombre del inquilino] [Dirección del inquilino] [DNI/NIE] [Correo electrónico / Teléfono] [Ciudad], [Fecha] A la atención de: [Nombre del arrendador] [Dirección del arrendador] Asunto: Reclamación por impago de fianza del contrato de arrendamiento Estimado/a [Nombre del arrendador]: Por medio de la presente, le solicito formalmente la devolución íntegra de la fianza correspondiente al contrato de arrendamiento del inmueble ubicado en [dirección del inmueble alquilado], firmado el día [fecha de inicio del contrato] y finalizado el [fecha de finalización]. Tras la entrega de llaves realizada el [fecha], y habiendo dejado el inmueble en correcto estado, sin desperfectos ni deudas pendientes, no he recibido hasta la fecha el importe correspondiente a la fianza, incumpliéndose el plazo de 30 días establecido en el artículo 36 de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Le insto a realizar el ingreso de la cantidad de [importe] € en el número de cuenta [IBAN] en un plazo máximo de 7 días desde la recepción de esta carta. De no recibir respuesta, me veré obligado/a a iniciar las acciones legales correspondientes. Sin otro particular, le saluda atentamente, [Firma del inquilino]

Este modelo puede enviarse por burofax con acuse de recibo o correo certificado con copia del contrato adjunta. Es fundamental conservar un justificante de envío, ya que servirá como prueba en caso de acudir a la vía judicial. También puedes incluir fotografías del estado del piso o comprobantes de la entrega de llaves si lo consideras relevante.

Adaptar correctamente este documento a tu situación específica, manteniendo un tono firme pero respetuoso, suele facilitar que el arrendador atienda la solicitud sin necesidad de litigio. Recuerda que actuar con claridad, legalidad y documentación es la mejor estrategia para recuperar lo que legalmente te corresponde.

¿Cuándo acudir al juzgado?

Aunque lo ideal es resolver los conflictos por la vía amistosa, no siempre es posible obtener la devolución de la fianza sin recurrir a instancias superiores. Acudir al juzgado es una opción totalmente válida y legítima cuando el arrendador no atiende las reclamaciones extrajudiciales o mantiene una retención injustificada del dinero. Conocer cuándo es el momento adecuado para iniciar un procedimiento judicial puede marcar la diferencia entre una reclamación eficaz y una pérdida de tiempo o recursos.

Lo primero que debes considerar es si ya has intentado solucionar el problema mediante una reclamación formal, preferiblemente enviada por burofax o correo certificado. Este paso previo es fundamental, ya que demuestra tu buena fe y tu intención de resolver el conflicto sin necesidad de litigar. Si tras un plazo razonable —habitualmente entre 10 y 15 días— no has recibido respuesta o te han denegado la devolución sin justificación, entonces puedes valorar acudir a los tribunales.

El procedimiento judicial más habitual en estos casos es el juicio verbal, utilizado para reclamar cantidades inferiores a 6.000 €. Este proceso es rápido, no requiere abogado ni procurador si la cantidad reclamada no supera los 2.000 €, y está especialmente pensado para situaciones como el impago de fianzas. No obstante, contar con asesoramiento legal siempre es recomendable.

⚖️ Recuerda: El juicio verbal permite reclamar la fianza sin grandes complicaciones, pero es imprescindible presentar documentación sólida: contrato de alquiler, justificantes de pago, entrega de llaves y prueba de reclamación previa.

Es importante que el inquilino esté bien documentado y organice todos los elementos necesarios antes de presentar la demanda. Estos son los documentos clave que deberías aportar:

  • Copia del contrato de arrendamiento.
  • Prueba de la entrega de llaves.
  • Fotografías o informes sobre el estado del inmueble.
  • Requerimiento previo al casero (burofax, carta certificada).
  • Justificantes de pago de suministros y alquileres.

En conclusión, si el casero se niega a devolver la fianza sin causa legal, y has agotado la vía extrajudicial, el proceso judicial es el camino adecuado para hacer valer tus derechos. Aunque pueda parecer intimidante, se trata de un recurso accesible y respaldado por la ley para proteger al inquilino frente a prácticas abusivas.

¿Se puede denunciar al casero por no devolver la fianza?

Cuando el arrendador se niega injustificadamente a devolver la fianza al finalizar el contrato de alquiler, muchos inquilinos se preguntan si es posible presentar una denuncia formal. La respuesta es sí, aunque es importante entender en qué términos se puede actuar legalmente y qué tipo de denuncia es la adecuada. En la mayoría de los casos, estamos ante un incumplimiento contractual que se resuelve por la vía civil, aunque en situaciones extremas puede haber incluso consecuencias penales.

La vía más común para reclamar la fianza es a través de un procedimiento civil, ya que el impago de la fianza se considera una infracción del contrato de arrendamiento. Este tipo de reclamación no se tramita como una "denuncia" en el sentido penal, sino como una demanda en el juzgado correspondiente, normalmente mediante un juicio verbal.

⚠️ Importante: Para iniciar acciones legales, primero es recomendable agotar la vía extrajudicial mediante un requerimiento formal. Este paso es clave tanto para demostrar tu buena fe como para preparar el terreno de una posible reclamación judicial.

Ahora bien, si el arrendador actúa con mala fe, manipula pruebas o retiene cantidades de forma reiterada e injustificada en distintos contratos, se podría estudiar una denuncia por estafa, especialmente si se demuestra intención de engañar o ánimo de lucro indebido. No obstante, esta vía penal es excepcional y debe estar muy bien fundamentada, por lo que se recomienda acudir a un abogado si se valora esta opción.

Para proceder correctamente, ten en cuenta los siguientes pasos:

  • Conservar copia del contrato de arrendamiento.
  • Documentar la entrega del inmueble (acta, fotos, entrega de llaves).
  • Enviar un requerimiento formal solicitando la devolución de la fianza.
  • Esperar una respuesta dentro de un plazo razonable (10-15 días).
  • Si no hay respuesta, iniciar demanda judicial por vía civil.

En conclusión, aunque la palabra “denuncia” suele asociarse a delitos penales, en estos casos el camino más efectivo es la reclamación civil. Si se actúa con pruebas y dentro del marco legal, las probabilidades de recuperar la fianza son muy altas. Y en situaciones extremas o reincidentes, se puede explorar la vía penal con asesoramiento profesional.

Preguntas Frecuentes

A continuación, respondemos algunas de las dudas más habituales que surgen cuando un inquilino no recibe la devolución de su fianza al finalizar un contrato de alquiler. Estas respuestas pueden ayudarte a tomar decisiones informadas y actuar correctamente ante situaciones conflictivas con el arrendador.

¿Qué plazo tiene el casero para devolver la fianza?

La ley establece un plazo máximo de 30 días naturales desde la entrega de llaves para que el arrendador devuelva la fianza, siempre que no existan deudas o daños en el inmueble. Si se sobrepasa ese plazo sin justificación, el inquilino puede reclamar.

¿Puede el casero retener parte de la fianza por pintar el piso?

No, salvo que el contrato lo establezca expresamente o que el estado de las paredes presente daños evidentes. El desgaste normal por el uso habitual no justifica una retención de la fianza.

¿Qué ocurre si no tengo prueba de que entregué las llaves?

Sin una prueba de entrega, como un acta firmada o una confirmación por escrito, puede ser más difícil reclamar. Por eso es importante documentar la entrega con imágenes o mensajes, o hacerlo ante testigos si es posible.

¿Se puede reclamar la fianza sin abogado?

Sí. Si la cantidad reclamada no supera los 2.000 €, el juicio verbal permite presentarse sin abogado ni procurador. Aun así, contar con asesoramiento legal siempre mejora las probabilidades de éxito.

¿Qué hago si el casero no contesta a mis mensajes?

Si no responde a comunicaciones informales, es recomendable enviar un burofax o carta certificada reclamando la devolución. Si tampoco hay respuesta, se puede iniciar la vía judicial.

Estas respuestas cubren los escenarios más comunes, pero cada caso tiene sus particularidades. Por eso, en situaciones más complejas o si existen dudas, siempre es conveniente consultar con un abogado especializado en arrendamientos urbanos.

Conclusión

La devolución de la fianza es un derecho fundamental del inquilino y una obligación clara del arrendador. A lo largo de este artículo hemos recorrido todas las etapas necesarias para entender qué hacer cuando tu casero no cumple con ese deber legal. Desde conocer los derechos básicos al finalizar el contrato, pasando por los plazos establecidos y los motivos legítimos de retención, hasta las vías de reclamación formales e incluso judiciales, el objetivo ha sido proporcionarte una guía práctica y útil para defender tus intereses con argumentos sólidos.

Muchas veces, el impago de la fianza se produce por desconocimiento de las leyes o por una mala gestión de la relación contractual. Sin embargo, en otras ocasiones, puede haber un intento deliberado de eludir responsabilidades. Por ello, es esencial actuar con serenidad, pero también con firmeza. Documentar cada paso del proceso —desde el estado de la vivienda hasta las comunicaciones con el casero— es clave para lograr una resolución favorable.

En resumen, si te encuentras en esta situación, recuerda:

  • El plazo legal para la devolución de la fianza es de 30 días desde la entrega de llaves.
  • El arrendador solo puede retener parte o toda la fianza si existen causas justificadas y documentadas.
  • Antes de acudir a juicio, debes enviar un requerimiento formal por escrito.
  • Si no hay respuesta, puedes iniciar un juicio verbal incluso sin necesidad de abogado si el importe no supera los 2.000 €.

Consejo final: Anticípate a los conflictos. Al firmar un contrato, asegúrate de que esté bien redactado y guarda todos los documentos, recibos e imágenes del estado de la vivienda. Así estarás preparado para cualquier eventualidad al finalizar el alquiler.

Reclamar la fianza no es solo una cuestión económica, sino también una forma de ejercer tus derechos como inquilino. Estar informado y actuar de forma proactiva puede marcar la diferencia entre perder dinero o lograr una devolución justa. La ley está de tu lado; no dudes en utilizarla.

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