
Cómo reclamar indemnización tras accidente de tráfico
Publicado el 30 de septiembre de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 8 min
Índice
- Primeros pasos tras el accidente
- Quién puede reclamar y en qué casos
- Documentación imprescindible para la reclamación
- Valoración médica y baremos de lesiones
- Cómo reclamar a la aseguradora y negociar
- Plazos, prescripción y calendario
- Cálculo de indemnización: conceptos y ejemplos
- Errores comunes y cómo evitarlos
- Guía paso a paso, modelos y checklist
- Preguntas frecuentes
Primeros pasos tras el accidente
Actuar con orden en los minutos y días posteriores a un accidente de tráfico es decisivo para reclamar indemnización con éxito. Lo urgente siempre es la seguridad: señaliza la zona, apaga el motor y, si es posible, ubica el vehículo fuera del carril. Llama a emergencias cuando haya heridos o riesgo. Aunque no notes dolor intenso, solicita asistencia sanitaria: muchas lesiones (como el latigazo cervical) se manifiestan horas después. El parte médico inicial será una prueba clave para enlazar el siniestro con tus lesiones.
Recoge pruebas en el lugar: fotografías del estado de la vía, posición de los vehículos, matrículas, daños, huellas de frenado, señalización y cualquier circunstancia relevante (lluvia, obras, iluminación). Intercambia datos con los implicados (nombre, DNI, póliza, aseguradora, teléfono) y con posibles testigos. Si interviene la policía o guardia urbana, el atestado aportará un relato objetivo de los hechos que respalda tu reclamación.
Completa un parte amistoso solo si hay acuerdo sobre la dinámica del siniestro. Rellénalo con calma, sin tachones, marcando las casillas correctas y añadiendo croquis y observaciones. Evita firmarlo si no estás conforme: puedes anotar “no conforme” o esperar al atestado. Conserva tickets y facturas derivados del accidente (farmacia, taxis, rehabilitación, reparaciones), ya que formarán parte de los daños acreditables.
- Prioriza la atención médica y solicita parte de urgencias.
- Fotografía vehículos, daños y entorno desde varios ángulos.
- Obtén datos de conductores, pólizas y testigos.
- Atestado policial o parte amistoso: escoge la vía adecuada.
- Guarda todos los justificantes de gastos originados por el accidente.
Quién puede reclamar y en qué casos
Tienen derecho a reclamar indemnización los ocupantes de cualquiera de los vehículos, los peatones y ciclistas perjudicados y, en general, cualquier víctima no culpable del siniestro. El conductor del vehículo responsable, en cambio, no puede reclamar por sus propias lesiones salvo supuestos concretos (por ejemplo, si concurren defectos de la vía o culpa de un tercero). Los ocupantes del vehículo causante sí pueden reclamar al seguro del responsable, puesto que no son los conductores.
Los supuestos habituales incluyen colisiones por alcance, invasión de carril, saltos de semáforo o stop, giros indebidos, falta de prioridad y atropellos. También es posible reclamar por caídas de moto por derrames o gravilla no señalizada. Cuando hay culpa compartida, la indemnización se reduce proporcionalmente. En siniestros con vehículo sin seguro o no identificado, se puede acudir al organismo de garantía correspondiente para asegurar la cobertura indemnizatoria.
Además de las lesiones personales, pueden reclamarse daños materiales (reparación o valor venal del vehículo), objetos dañados (móvil, casco, gafas), y perjuicios económicos (bajas laborales, pérdida de ingresos en autónomos, gastos de asistencia y desplazamiento). Las personas dependientes de la víctima también pueden ver resarcidos ciertos perjuicios si la lesión provoca una necesidad objetiva de ayuda de tercera persona.
Claves: identifica quién es responsable, revisa si existe culpa compartida y determina todos los conceptos resarcibles (lesiones, materiales y perjuicios). Cuanta más precisión, más sólida será la reclamación.
Documentación imprescindible para la reclamación
La calidad de las pruebas marca la diferencia. Empieza reuniendo el atestado policial o, en su defecto, el parte amistoso debidamente cumplimentado. Añade la póliza del vehículo implicado, los datos de la aseguradora contraria y la matrícula del vehículo responsable. El historial clínico es esencial: parte de urgencias, informes de seguimiento, pruebas diagnósticas (radiografías, resonancias), sesiones de rehabilitación y alta médica. Es recomendable conservar la línea temporal de la evolución para que el nexo causal sea incontestable.
Respecto a los daños materiales, guarda presupuesto, factura de reparación o informe de siniestro total con el valor de mercado. Incluye fotografías del antes y después. Para perjuicios económicos, aporta nóminas, informes de baja laboral, certificados de empresa y, para autónomos, declaraciones fiscales y libros de ingresos/gastos. Los gastos diversos (farmacia, traslados, cuidadores, adaptaciones del hogar) deben justificarse con facturas y tickets.
Es útil preparar un dossier con índice y separadores: Hechos, Responsabilidad, Lesiones, Daños materiales, Perjuicios y Conclusiones. Este orden facilita que la aseguradora analice la reclamación y mejora tu posición negociadora.
- Atestado o parte amistoso y datos de pólizas.
- Parte de urgencias, informes médicos, rehabilitación y alta.
- Fotos, presupuestos, facturas y valoración del vehículo.
- Nóminas o justificantes de ingresos y bajas.
- Tickets y facturas de todos los gastos derivados del siniestro.
Valoración médica y baremos de lesiones
La valoración del daño corporal se basa en informes clínicos y en un baremo oficial que fija criterios y cuantías en función de días de curación, secuelas, perjuicio moral por pérdida de calidad de vida y otros factores. Es habitual distinguir entre días de hospitalización, días de incapacidad para las actividades habituales y días de curación. Las secuelas (dolor crónico, limitaciones funcionales, cicatrices) se puntúan según su impacto y pueden incrementar significativamente la indemnización.
Contar con un perito médico independiente añade objetividad. Este profesional revisa historia clínica, explora al lesionado y emite un dictamen con puntuación de secuelas y valoración de días según el baremo. Si la aseguradora ofrece una cuantía que no refleja la realidad de las lesiones, el informe pericial sirve para rebatirla. Conviene, además, respetar los plazos de curación clínica, evitando cierres prematuros del proceso rehabilitador que perjudiquen la valoración.
No olvides el impacto en la vida diaria: limitaciones para conducir, practicar deporte, conciliar el sueño o atender cargas familiares. Estas restricciones pueden justificar partidas adicionales. Cuando existe afectación psicológica (ansiedad, estrés postraumático), solicita atención de salud mental y conserva los informes correspondientes.
Cómo reclamar a la aseguradora y negociar
El proceso típicamente empieza con una reclamación extrajudicial dirigida a la aseguradora responsable. Este escrito debe incluir relato de hechos, identificación de los implicados y un resumen probatorio (atestado, parte amistoso, fotografías). Acompaña el bloque médico, la valoración del perito y las facturas. Solicita una oferta motivada que detalle los conceptos y cuantías propuestas. La compañía dispone de un plazo legal para contestar; su respuesta puede ser oferta, rechazo o solicitud de información adicional.
Negocia con datos: compara la oferta con tu valoración pericial. Si existe desviación, argumenta por conceptos (días de perjuicio, secuelas, ayuda de tercera persona, daños materiales, lucro cesante). Propón una cifra de cierre razonada, adjuntando cálculos y referencias al baremo. Mantén un tono técnico y cordial: la persuasión jurídica y la claridad documental suelen acortar tiempos y mejorar el resultado.
Si la respuesta no resulta satisfactoria, existen vías de resolución: mediación, dictamen forense o demanda civil. Antes de judicializar, revisa costes, tiempos y viabilidad probatoria. En muchos casos, un informe médico sólido y una cronología bien acreditada propician acuerdos extrajudiciales favorables.
- Aporta un índice claro y anexos numerados.
- Exige oferta motivada desglosada por conceptos.
- Apóyate en peritaje independiente para rebatir.
- Valora mediación antes de acudir a los tribunales.
Plazos, prescripción y calendario
El tiempo es un factor crítico. Registra la fecha del accidente y crea un calendario de actuaciones: asistencia médica inmediata, comunicación a tu aseguradora, recopilación de pruebas, solicitud de atestado y envío de reclamación a la contraria. La prescripción de la acción exige no demorar la reclamación extrajudicial; además, determinadas actuaciones pueden interrumpir ese plazo, ampliando tu margen de negociación.
Los plazos internos también importan: agenda revisiones médicas y sesiones de rehabilitación, solicita informes actualizados antes de cerrar el tratamiento y pide cita con el perito en el momento oportuno. No aceptes una oferta hasta disponer de alta médica o estabilización lesional, salvo que se contemple un acuerdo condicionado o una reserva para secuelas sobrevenidas.
Utiliza una hoja de ruta: día 0 (accidente), día 1–7 (urgencias, parte, pruebas), día 7–30 (rehabilitación y solicitud de atestado), día 30–90 (peritaje y envío de reclamación), día 90+ (negociación, mediación o demanda). Adaptarás este esquema a la complejidad del caso y la evolución clínica.
Cálculo de indemnización: conceptos y ejemplos
La indemnización por accidente de tráfico se compone de varias partidas. En lesiones temporales se valoran los días de perjuicio (hospitalarios, impeditivos, no impeditivos) y los gastos acreditados. En secuelas, la puntuación obtenida por cada una se traduce en una cuantía, que aumenta con la edad y circunstancias personales. El perjuicio moral por pérdida de calidad de vida, la necesidad de ayuda de tercera persona o la adaptación de vivienda/vehículo son conceptos adicionales. Los daños materiales incluyen reparación del vehículo o, en caso de siniestro total, su valor de mercado previo al accidente, más los objetos dañados.
En perjuicios económicos, distingue salario perdido durante la baja laboral y lucro cesante en autónomos (ingresos dejados de percibir, disminución de actividad y gastos fijos). Para justificarlo, usa documentación contable y certificaciones de clientes o proveedores. Si la compañía objeta por falta de causalidad, refuerza con informes médicos y cronología clara.
Aunque las cifras exactas dependen del baremo vigente y de la evidencia aportada, una metodología transparente —listado de conceptos, tablas de días y secuelas, anexos económicos— permite construir una pretensión sólida y negociable. Incluir cuadros-resumen con subtotales facilita la lectura de la aseguradora y mejora tu posición.
- Días de perjuicio y gastos sanitarios/traslados.
- Secuelas y perjuicio moral asociado.
- Ayuda de tercera persona y adaptaciones.
- Daños materiales y objetos personales.
- Lucro cesante y pérdida de ingresos.
Errores comunes y cómo evitarlos
Uno de los fallos más frecuentes es no acudir a urgencias el mismo día del siniestro. Sin parte médico inicial, la aseguradora cuestionará el nexo causal. También se comete el error de firmar partes amistosos con hechos inexactos o aceptar una oferta prematura sin contar con el alta ni peritaje. Falta de fotos, pérdida de facturas y no identificar testigos son otras omisiones que debilitan el expediente.
Para evitarlos, implanta un protocolo: atención médica inmediata, recopilación de pruebas, registro de gastos y seguimiento ordenado de informes. No cierres la reclamación hasta que el cuadro clínico esté estabilizado. Si tienes dudas técnicas, consulta con profesionales especializados en daños personales; su intervención puede mejorar sustancialmente el resultado.
Por último, vigila los plazos de prescripción y comunica formalmente tu reclamación para interrumpirlos. Conserva acuses de recibo y utiliza canales fehacientes. La prevención de estos errores incrementa la probabilidad de conseguir una indemnización ajustada a la realidad de tus daños.
Guía paso a paso, modelos y checklist
Paso 1. Seguridad y salud: señaliza, llama a emergencias si procede y acude a urgencias. Paso 2. Pruebas: realiza fotografías detalladas y recaba datos de conductores y testigos. Paso 3. Documentos: parte amistoso o atestado, pólizas, matrículas. Paso 4. Seguimiento médico: rehabilitación y pruebas diagnósticas; pide informes de cada cita. Paso 5. Valoración: perito médico independiente. Paso 6. Reclamación: redacta una solicitud completa a la aseguradora con petición de oferta motivada. Paso 7. Negociación: contrasta con el baremo y tu peritaje, formula contraoferta razonada. Paso 8. Resolución: acuerdo, mediación o demanda.
Modelo de estructura de reclamación extrajudicial:
- Encabezado y datos: víctima, vehículo, póliza y fecha del siniestro.
- Hechos: dinámica del accidente con apoyo en atestado/fotos.
- Responsabilidad: norma infringida y atribución de culpa.
- Lesiones: cronología clínica y resumen de informes.
- Perjuicios: días, secuelas y pérdida de ingresos.
- Daños materiales: reparación o valor de mercado y objetos.
- Cuantificación: cuadro-resumen por conceptos.
- Petición: oferta motivada y forma de pago.
- Anexos: numerados y ordenados.
Checklist rápido: parte de urgencias, fotos, datos de pólizas, testigos, atestado/parte, informes actualizados, peritaje, facturas y justificantes de ingresos, envío fehaciente de la reclamación, control de plazos.
Preguntas frecuentes
¿Necesito atestado para reclamar? No siempre, pero aporta gran valor probatorio. Si no acudió la policía, el parte amistoso bien cumplimentado y las pruebas (fotos, testigos) pueden ser suficientes.
¿Puedo reclamar si el vehículo responsable se dio a la fuga o no tenía seguro? Sí. Existen mecanismos de garantía para indemnizar a las víctimas en estos supuestos. Tendrás que acreditar el siniestro con especial rigor.
¿Cuándo aceptar una oferta de la aseguradora? Preferiblemente cuando tengas alta médica o estabilización lesional y un peritaje independiente. Evita cerrar en caliente sin conocer el alcance real de las secuelas.
¿Qué pasa si hubo culpa compartida? La cuantía se ajustará al porcentaje de responsabilidad. Aun así, puedes reclamar la parte proporcional de tus daños y perjuicios.
¿Qué conceptos suelen olvidarse? Gastos de desplazamiento, adaptación del hogar/vehículo, ayuda de tercera persona y afectación psicológica. Inclúyelos con soporte documental.